sábado, 23 de noviembre de 2013

42 PROGRAMA ENIGMA VIRTUAL 2013 - 21/11

                                CONDUCTORES - JULIO DEGENEVE - GLADYS ESPINOSA     

            ENTREVISTA EN TELEVISIÓN DE ANABEL ASCAR A CARLOS PERCIAVALLE

 



FOO FIGTHER



El nombre "foo fighter" deriva una mala pronunciación de "feu" (fuego en francés), unido a "fighter" (caza en inglés), queriendo significar el cazas de fuego. Este término fue utilizado por aviadores de la Segunda Guerra Mundial para referirse a ciertos fenómenos aéreos que avistaban regularmente durante sus misiones de combate. Estos eran descritos como esferas de apariencia metálica o bolas luminosas, que aparecían individualmente o en grupos. Aunque muchas veces perseguían o acompañaban a los aviones militares, no existe constancia de que algún foo fighter haya intentado algún tipo de ataque o interacción. Se caracterizaban por su alta velocidad y maniobrabilidad más allá de las posibilidades desarrolladas en la época; los relatos indican que podían acelerar o decelerar instantáneamente, o flotar estacionarios.
Los "foo fighters" fueron observados por pilotos militares británicos, norteamericanos, alemanes y japoneses. Los pilotos aliados inicialmente pensaron que podía tratarse de algún arma secreta de los Nazis, sin embargo los dirigentes nazis pensaban que era un arma secreta de los aliados. Se dice que ambos bandos investigaron el fenómeno, y abandonaron las investigaciones al comprobar que no eran una amenaza.
Los primeros informes surgieron en 1941, por parte de pilotos británicos; los norteamericanos, luego de varios avistamientos ocasionales, empezaron a reportarlos regularmente a partir de la entrada en servicio de los cazas nocturnos P-61 “Black Widow”. Se cree que los pilotos de estos aviones fueron quienes les dieron el apodo definitivo -

Etimología

El término se originó en la tira cómica surrealista “Smokey Stover”, de Bill Holman, editada a partir de 1935. Smokey Stover, el protagonista, era un bombero que se llamaba a sí mismo un “foo fighter” en lugar de un “fire fighter” (bombero, en inglés). La palabra foo no tiene un significado concreto, ya que Holman acostumbraba repetir frases y palabras sin sentido en la historieta. Al volverse popular la tira, algunas de estas palabras comenzaron a ser usadas por el público y por otros personajes de historieta ("foo" fue usada incluso por el Pato Lucas). Los primeros pilotos en avistar el fenómeno también llamaron a las luces “Kraut fireballs” (bolas de fuego alemanas), ya que pensaban que era un arma de los Nazis, pero la expresión "foo fighters" fue la que perduró. Es también posible que el nombre "foo" venga del francés "feu" (IPA: fœ), que significa fuego. Esto se explica si traducimos "foo fighters" como cazas de fuego, pues en un comienzo se creía que eran aviones.

Teorías y explicaciones

Hay varias teorías que intentaron explicar los foo fighters; la más aceptada es que las luces eran descargas de rayos globulares, un fenómeno que la ciencia aún no ha explicado adecuadamente. Después de la Guerra, diversas observaciones de este tipo pasaron a describirse con términos más neutros como OVNI.

  • El fenómeno podría estar basado en la mala interpretación del procedimiento estándar de la Luftwaffe según el cual ciertas baterías antiaéreas cercanas a los aeródromos alemanes disparaban por las noches proyectiles luminosos a intervalos regulares, para facilitar la navegación visual.
  • Los defensores de la hipótesis extraterrestre han sugerido que los foo fighters son pruebas de extraterrestres que visitan la Tierra.
  • También se ha sugerido que el foo fighter era un avión secreto de la Luftwaffe en forma de disco, apodado el "feuerfighter" por los alemanes, pero como este nombre hipotético es una mezcla de alemán e inglés, y como no se ha encontrado evidencia de un avión semejante, esta explicación es probablemente una leyenda urbana.
  • De la misma manera, la sugerencia de que algunas observaciones nocturnas de foo fighters hayan sido en realidad observaciones del avión cohete alemán Messerschmitt Me 163 Komet no tiene sentido: el Me 163 era completamente inadecuado para operaciones nocturnas ya que sólo tenía combustible para pocos minutos (totalmente insuficiente para entrar en contacto con un enemigo de noche), no llevaba ningún radar de interceptación aerotransportado, y carecía de todo el equipo de vuelo nocturno que habría sido vital para hacer sus característicos aterrizajes nocturnos.
  • Se ha sugerido como explicación que pudiera tratarse de un tipo de descarga eléctrica de las alas de los aeroplanos (semejante al Fuego de San Telmo).
  • Objetos brillantes en el suelo pueden producir múltiples reflexiones internas en el plástico curvo de la carlinga de un avión, y percibirse por lo tanto como imágenes sobre el horizonte, un fenómeno que ha sido identificado como la explicación de ciertos avistamientos de ovnis desde los aviones.
FUENTE WIKIPEDIA 

            
                                 

                                                                 Incidente OVNI  de Manises 



              AVION DE LA FUERZA AEREA ESPAÑOLA QUE PERSIGUIÓ EL OVNI
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El incidente OVNI de Manises o caso Manises fue un avistamiento de origen desconocido ocurrido el 11 de noviembre de 1979, que provocó que un vuelo comercial tuviera que hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises (Valencia). Índice Los hechos El suceso lo protagonizó un Supercaravelle de la compañía TAE (ya desaparecida). Este vuelo, el JK-297 con 109 pasajeros, procedía de Salzburgo (Austria) y había hecho escala en Mallorca antes de seguir rumbo a Tenerife. A medio camino y sobre las 11 de la noche, el piloto Francisco Javier Sáenz de Tejada y su tripulación observaron una serie de luces rojas que se dirigían hacia la propia aeronave. El rumbo de colisión de este presunto artefacto provocó un gran nerviosismo en la tripulación. El comandante pidió información sobre las extrañas luces, pero ni el radar militar de Torrejón de Ardoz (Madrid), ni el centro de control de Barcelona pudieron dar una explicación del fenómeno. Para evitar una posible colisión, el comandante elevó su aparato, pero las luces hicieron lo mismo y se colocaron a apenas medio kilómetro del avión. La imposiblidad de hacer una maniobra para esquivarlas provocó que el comandante se viese forzado a desviar su rumbo y aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Manises. Era la primera vez en la historia que un avión comercial se veía obligado a aterrizar de emergencia debido a un avistamiento ovni, ya que el no identificado estaba violando todas las normas básicas de seguridad. Las luces detuvieron la persecución antes del aterrizaje. Tres formas no identificadas fueron detectadas finalmente por el radar. El tamaño de aquella forma luminosa fue calculado en unos 200 m de diámetro, y fue observado por numerosos testigos. Una de las extrañas formas pasó muy cerca de la pista de aterrizaje. Incluso se llegaron a encender las luces de emergencia en previsión de que aquél fuera un vuelo no registrado en apuros. Ya el día siguiente, sobre las 0.40 horas, un Mirage F-1 despegó de la cercana Base Aérea de Los Llanos (Albacete) con el objetivo de identificar el fenómeno. El piloto, Fernando Cámara, capitán del Ejército del Aire, tuvo que aumentar su velocidad hasta 1,4 mach para finalmente distinguir una forma troncocónica que cambiaba de color, aunque enseguida el artefacto desapareció de su vista. El piloto recibió información sobre un nuevo eco del radar, que indicaba que un nuevo objeto, o quizás el mismo, estaba sobre Sagunto. Cuando el piloto se acercó lo suficiente, el objeto aceleró y desapareció de nuevo. Pero esta vez, el objeto fue detectado por un radar ajeno concretamente de onda continua como los que usan los misiles. 
En términos de defensa esto se considera una operación agresiva. Finalmente, ocurrió lo mismo por tercera vez, y esta vez el ovni desapareció definitivamente rumbo a África. Tras hora y media de persecución, y debido a la falta de combustible, el piloto tuvo que volver a su base sin resultados.
1 El informe que elaboró el Ministerio de Defensa de España incluye un avistamiento de un testigo anónimo el día 11 de noviembre de 1979, la misma madrugada, desde la parada de San Adrián de Besós del autobús Barcelona-Granollers, en la confluencia con la carretera nacional de Barcelona a Mataró, sobre las 20h 15mn, ante varias personas más que esperaban el mismo autobús. El testimonio afirma que tres o cuatro minutos después la zona quedó a oscuras. Incluyó dibujo en su carta al Ministerio. Así como también incluye el informe del Ministerio de Defensa una referencia a una noticia aparecida en el Diario Pueblo del día 21 de noviembre de 1979, sobre una observación de una luz por un mecánico de Soller, con fotografías incluídas, tomadas la misma madrugada del día 12 de noviembre de 1979.
2 Repercusión pública A lo largo del último medio siglo ha habido múltiples testimonios similares de otros pilotos que han vivido situaciones similares, y se les supone suficientemente preparados para afrontar estos hechos. Sin embargo, en esta ocasión el peligro parece que fue demasiado evidente. Esto, sumado al hecho de que los medios de comunicación estuvieran saturados en aquella época de noticias ovni, pudo influir tanto en la tripulación del aparato como en la opinión pública. Por eso hay que comprender que se realizara una operación tan extrema como el aterrizaje de emergencia. Posibles explicaciones Hay múltiples explicaciones de este suceso: desde los que creen que el fenómeno ovni consiste en la visita de habitantes de otros mundos hasta los que piensan que aquellas luces no eran más que astros nocturnos o fenómenos meteorológicos, aunque de estos últimos fenómenos no hay ninguno conocido que tenga la dinámica de las luces del caso Manises. Una de las explicaciones propuestas achaca el suceso al bloqueo electrónico del Mirage F-1 basándose en que estaba estacionada en la zona la Sexta Flota de los Estados Unidos con un potente sistema de guerra electrónica, pendiente de los sucesos de la crisis de los rehenes en Irán. La explicación oficial vendría gracias al expediente del Ejército del Aire, que sería desclasificado años después, en agosto de 1994. El asunto llegó incluso al Congreso de los Diputados, cuando en septiembre de 1980 el diputado Enrique Múgica pidió una explicación de lo ocurrido.
3 El dictamen del Ministerio de Defensa descartaba la hipótesis del reflejo, debido a que había otras luces que igualmente deberían haberse reflejado. Así mismo descarta la de otro avión, un helicóptero, la VI flota (el mando de la misma remite carta notificando su ausencia de dicho espacio aéreo, pág. 0017 del informe), y contempla pálidamente otras hipótesis, como estrellas, etc. Sin embargo, concurren circunstancias como ecos de radar y contacto visual desde tierra (el mismo Capitán juez las vio, pues estaba de guardia) que hacen esas otras hipótesis bastante débiles. 
El dictámen final concluye: "...No se ha podido averiguar el origen de las referidas luces y descartada la hipótesis de que pertenecieran al posible helicóptero antes mencionado debido a la velocidad desplegada, estas confirman la existencia de un tráfico no controlado en la zona, de procedencia desconocida".
4 La respuesta que recibió el diputado socialista Enrique Múgica afirmaba que no existe prueba de la existencia física del objeto, sólo de 'luces'.
5 Hay que hacer constar que en ese momento el informe era "materia clasificada". 

Una de las explicaciones más recientes de los hechos, propuesta por primera vez por la Fundación Anomalía, afirma que las luces vistas por la tripulación del Supercaravelle JK-297 eran en realidad las llamaradas de las torres de combustión de la refinería de Escombreras, junto a Cartagena. Ese día, la visibilidad era excepcional, lo que combinado con una inversión térmica, hizo posible que las llamaradas fueran visibles desde el avión aparentando estar en el cielo. 
La tensión y las condiciones atmosféricas anómalas hizo que el piloto del Mirage estuviera predispuesto a perseguir cualquier luz que viera en el cielo, dándose la circunstancia de que en esas fechas varios planetas eran visibles y brillantes. 
Las interferencias sufridas son atribuidas a contramedidas electrónicas por parte de la VI Flota, que se encontraba en situación de alerta por la crisis de los rehenes en Irán. 
Piloto Lerdo de Tejada a la izquierda, a su lado copiloto Zuazu y resto de la triulación . Foto de Adolfo Marrero, La Provincia